
El conjunto correntino no da pie con bola en la presente temporada, sufrió otra derrota y se complica cada vez más en la tabla del descenso. Fue derrota 2 a 1 frente a Almagro en Buenos Aires, cuando parecía que lo tenía controlado pero volvieron a aparecer las desconcentraciones defensivas.
Partido que arrancó con dos equipos imprecisos, estudiándose uno al otro y muy disputado en mitad de cancha. Boca Unidos encontró buenos pasajes nuevamente con la conexión entre Germán Herrera y Osmar Ferreyra; pues, a los 4 minutos llegó la primera de la tarde con la combinación de los dos mediocampistas, que culminó con la definición certera de Pablo Vegetti de cabeza hacia el arco, pero el centro delantero estaba inhabilitado.
Más allá de esa situación, el Aurirrojo parecía imponer el ritmo del partido. Almagro mostraba un planteo raro, teniendo en cuenta su necesidad de ganar ante su gente para seguir en puestos de vanguardia.
Las chances netas de gol escasearon en la primera etapa. El equipo local intentaba desde la conducción de Gonzalo Piovi, pero la defensa visitante provocaba errores. Dio la sensación que los dirigidos por Víctor Genes se fueron al descanso con mejores impresiones.
Y así fue. Los correntinos confirmaron su momento en el partido al minuto de haber comenzado el complemento: Pablo Vegetti salió de su zona de confort para luchar una pelota, cedió a Herrera por izquierda y el santafesino tiró el centro que fue a parar a Cristian Limousin, pero se le escurrió la pelota de las manos y Adrián Torres se la llevó puesta para adelantar involuntariamente a los ribereños.
Boca Unidos iba camino a su primera tan ansiada victoria, tenía el partido bastante controlado ante un Almagro tibio en ataque. Solo un cabezazo de Compagnucci, que se fue besando el balo derecho de Giménez, a los 27 minutos del segundo tiempo.
Y bastaron solo dos minutos para que el peor de los escenarios posibles se haga presente. A los 38', el ingresado Diego Sosa eludió rivales en mitad de cancha y asistió de manera perfecta al "Malevo" Ferreyra, quien intentó dejar atrás a Limousin pero el arquero adivinó su intención y le ganó la pulseada. Inmediatamente, en el contraataque, Ezequiel Ventos llegó por izquierda, mandó el centro pasado y Scatolaro enganchó de primera a ras del suelo para poner el empate parcial.
Golpazo para el elenco de Genes, que terminó de caer en la lona dos minutos después. Matías Ruiz Sosa, de discreta actuación en el trámite, se movilizó nuevamente por el sector izquierdo, una zona débil en la defensa correntina; el "10" envió el centro y el chileno Scatolaro volvió a vestirse de héroe con un cabezazo cruzado entre los dos centrales de Boca Unidos.
Sobre el final, una pelota venenosa de Germán Herrera cayó en el área chica y otra vez Limousin salvó su valla, a esa altura una salvada que valía tres puntos. Con el pitazo final de Ranciglio, el equipo de la Ribera profundizó su grave crisis futbolística y una acción que marca mucho lo que está viviendo: Pablo Vegetti y Diego Sosa cruzaron palabras, insultos y hasta pudieron irse a las manos. Ese es el fiel reflejo de un equipo que no encuentra el final del pozo y lo sigue cavando muy profundo.
Foto: Prensa Almagro.