Luego de la victoria de Boca Unidos ante Hércules, una de la flamantes incorporaciones del equipo de la Ribera -Milagros Díaz- habló de su regreso al cestoball tras un año de inactividad y de cómo ve al equipo y lo que puede aportar.
Por Adolfo Pereira
En su desempeño se explica una de las claves del triunfo ribereño. Gran parte de la gestión ofensiva de las aurirrojas pasó por sus manos, y acompañó a Juliana Miño en el goleo. Nadie hubiese pensado que había estado un año sin jugar. Hablamos de Milagros Díaz, una de las nuevas caras de Boca Unidos para esta temporada, que charló con República Aurirroja luego del match ante Hércules.
Consultada acerca de cómo se siente en su regreso a las canchas y en su incorporación al equipo, la jugadora señaló: "la verdad que muy bien. Volviendo después de estar parada un año por razones personales, pero muy bien. Es un equipo que conozco, llevo mucho tiempo jugando con varias de las jugadoras que están acá y con algunas he compartido selecciones, así que me siento como en casa".
En éste partido, le tocó ponerse una camiseta que tiene un valor simbólico importante: la dorsal 10. Ni más ni menos que la que usó Valeria Miño el año pasado. Respecto a su manera de jugar, Milagros dijo: "Yo hago lo mío, Valeria fue mi compañera muchos años; la número 10 es una camiseta que me puse en la selección también. Pero me toca hacer lo mío".
Analizando cómo ve a su equipo, y a lo que habrá que apuntar en la temporada, Díaz explicó: "Es un equipo joven. Todas tenemos que aportar en la cancha, tanto en la faz defensiva como en la ofensiva. Obviamente, el juego se gana haciendo goles pero si no defendemos también vamos a sufrir. Con relación a la responsabilidad, yo siento que si no vamos todas para el mismo lado, si hay sólo una que acierte al aro, no va a alcanzar".