Lo trajeron para ser el sucesor de Gonzalo Ríos, pero no se adaptó a ese puesto. Ya con Ricardo Rodríguez en la conducción técnica, contó con la confianza del entrenador para ser el centro delantero, aunque su aporte goleador fue más bien escaso. Martinena no hizo pie en Boca Unidos, por lo que no extrañó su salida a poco de finalizar la temporada.
Por Adolfo Pereira
Tanto Trullet como el propio jugador coincidieron en que su aporte debía ser similar al de Ríos. Desplegarse por las bandas para llegar al área rival como opción de gol. Sin embargo, puede que su mejor versión haya sido como acompañante de ataque, compartiendo con el "Chino" Vizcarra, la lucha ante los marcadores centrales rivales.
Pero jugó poco en ese lugar. Trullet y Saucedo insistieron en utilizarlo por las bandas, y su función cambió con la llegada de Ricardo Rodríguez, quien afirmó que "era su 9". RR DT le dio un par de chances al Juvenil Ignacio Valsangiácomo, para luego ubicarlo en el eje del ataque al necochense.
Su mejor momento como centro delantero coincidió con el mejor del equipo, en ese tramo positivo que le dio a Boca Unidos esperanzas de reducido. Pero su racha goleadora se cortó y el equipo no encontró otras vías que le permitieran dar continuidad a la ilusión.
Gabriel Martinena no se adaptó a las posiciones en las que lo ubicaron, demostrando que lo suyo pudiera lucir más como atacante complementario a un "faro de área". A poco de finalizada la temporada, la comisión directiva le comunicó que prescindirían de sus servicios, por lo que armó las valijas para buscar nuevo destino.