Boca Unidos tuvo uno de los días más felices del año. Inauguró el sistema lumínico de su estadio y sumó su cuarta victoria al hilo de local ante Douglas Haig por 3 a 1 con goles de Franco Cángele, por duplicado, y Cristian Núñez.
Desde el minuto cero, el dueño de casa empezó arriba en el marcador. Germán Herrera y Martín Fabro combinaron por la banda izquierda, el primero mandó el buscapié que conectó Franco Cángele y definió con calidad por sobre la humanidad de Martín Perafan.
Claramente el gol prematuro caló muy hondo en lo anímico para la visita, que de igual manera intentó igualar las acciones con algunas individualidades que no prosperaban.
Pero el Aurirrojo no le dio mucho tiempo de reacción a los visitantes, porque a los 37’ nuevamente Germán Herrera asistió a Cángele ante una defensa desacomodada; el 10 se perfiló y la puso al palo derecho de Perafan, nada para hacer. Golazo y 2 a 0.
Boca fue al descanso con mucho más aire por haber estirado la ventaja antes del final. En el entretiempo, el trámite no cambió mucho, el equipo de Domínguez no se lucía pero era efectivo en cada situación de gol.
Así fue como llegó el tercero, a los 15 minutos, tras un córner desde la derecha que dejó a la pelota bollando en el área chica y encontró el histórico Cristian Núñez el cabezazo para decretar una goleada y el delirio del gran número de hinchas que acompañó.
Tras el gol de Núñez, Douglas mostró una evidente resignación y más aún con la expulsión de Leonardo Villalba. Aunque la visita encontró el gol del honor en los pies de José Tamburelli, que definió al ángulo izquierdo de Juan Ojeda para poner el 3-1 final.
La institución de la Ribera correntina ha dado otro paso gigantesco y los jugadores hicieron lo suyo con tres puntos que valen mucho para despegarse del fondo y empezar a tomar vuelo. El miércoles, será el turno de viajar a Campana, para visitar a Villa Dálmine.