Boca Unidos se presenta en la capital entrerriana para buscar los puntos que le aseguren la permanencia en la Primera B Nacional. Tras la vuelta a la victoria frente a Villa Dálmine, todo indica que Christian Bassedas no hará modificaciones sustanciales para encarar el encuentro ante un rival que llega afilado.
Por Adolfo Pereira
Desde el miércoles, Boca Unidos respira con un poco más de alivio, la victoria le devolvió el alma al cuerpo de jugadores, directivos, hinchas, entrenador y ayudantes. A este Boca Unidos todo le cuesta, y la victoria ante Villa Dálmine no fue la excepción. Pero un buen indicio fue volver a convertir dos goles de jugada, y mostrar un estilo agresivo durante gran parte del encuentro.
Es probable que Bassedas haya quedado satisfecho con lo que vio, y eso conduce a pensar que no habrá grandes cambios para este encuentro. Al no haber lesionados: Juan Ojeda será el arquero; Rolando Ricardone, Marcelo Ortíz, Ariel Morales y Leonardo Baroni, los defensores; Habrá que ver si el entrenador repite doble cinco, con Diego Sánchez Paredes y Ataliva Schweizer, o si se inclina por darle más juego a la mitad de cancha y pone a Martín Fabro por el juvenil; Osmar Ferreyra, Mariano Miño y Gonzalo Ríos, serían también números puestos, y la otra duda que queda se vincula con la referencia de área, que se va a dirimir entre Ignacio Valsangiácomo y Cristian Núñez.
El Aurirrojo, cayó por la mínima en su última presentación como visitante, ante Douglas Haig en Pergamino, pero antes había conseguido un triunfazo en Garupá, frente a Crucero. Son dos versiones, justamente, de un mismo equipo que puede mostrarse tan bien o tan mal como en esos partidos. La esperanza de los correntinos, pasa porque aparezca el equipo que conjugue las buenas individualidades que este plantel tiene.