SANTO ENTUSIASMO












Sólo un tiempo le bastó al Aurirrojo para asegurarse su tercer triunfo en fila y ratificar el liderazgo en la zona 4 del Torneo Federal A. El conjunto de la ribera correntina golpeó de entrada y pasada la media hora con un entusiasta Nicolás Ledesma, que se sacó las ganas de convertir.

Por Adolfo Pereira

Nadie se había acomodado todavía, ni la gente en las tribunas, ni los equipos en la cancha, cuando Martín Ojeda tuvo la perspicacia necesaria para enviar una pelota frontal a espaldas de la dormida defensa antoniana, allí acudió Nicolás Ledesma a la cita con ese gol que tanto deseaba. El delantero se arrojó y conectó el pase para inflar la red cuando apenas habían transcurrido 24 segundos. Así se desató el primer grito sagrado de la noche, que a varios tomó por sorpresa.

Juventud quedó bajo estado de shock. La visita trataba de disputar el partido pero se notaba en estado de confusión. La cosa estaba tan a pedir del anfitrión que, por centímetros, un distante anticipo de Martín Ojeda casi se termina metiendo en la valla de Mulieri. 

A los 24’ y 25’, Godoy y Fabro demostraron que el Aurirrojo tenía serias intenciones de estirar la diferencia, lo que se concretó pasada la media hora, cuando Mbombaj tomó una pelota que salió desde Medina, avanzó casi sin oposición y se asoció con Maciel.  Este entró al área y la picó al punto del penal para la entrada triunfal, otra vez, de Ledesma, intuitivo, perseverante, para llenarse la boca de gol por segunda ocasión.

Un intento de reacción mostró el elenco salteño con una posibilidad desperdiciada por Cristian García. Del otro lado, un incansable Ledesma tuvo la chance para conseguir un "hat-trick" pero su definición se fue apenas desviada, tras un pase de Fabro. 

En el complemento, Boca Unidos cedió la iniciativa, aguardando por el contragolpe que sentenciara las acciones. El Santo se hizo de la pelota pero no tuvo muchos argumentos para lastimar al dueño de casa, hasta los ingresos de Zárate y Molina, quienes le pusieron un poco más de pimienta al ataque de los dirigidos por Gustavo Módica.

Un tiro libre de Fabro, a los 18’ de la etapa complementaria, puso a trabajar a Mulieri. En adelante, Mayor optó por darle descanso a Núñez y Carniello, y dispuso los ingresos de Cáceres y Morales. Mbombaj siguió buscando a Ledesma, pero las oportunas interferencias de los defensores rivales coartaron sus intenciones. 

El lungo cordobés se tuvo que raspar con la zaga rival, y en una de sus corridas alcanzó a ponerse de frente para rematar cruzado y exigir otra intervención del “1” antoniano para que el marcador no se mueva más. 

El elenco ribereño terminó celebrando la continuidad en lo más alto de la tabla, y con un santo entusiasmo a flor de piel para encarar el compromiso ante Sarmiento el próximo viernes.

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