INSACIABLE APETITO GANADOR



Las Mayores A de Boca Unidos brindaron otra prueba de carácter al imponerse frente a Hércules por 77 a 66, en un duelo decisivo para las aspiraciones de ambos equipos, que pugnan por llegar a la final del Torneo Oficial 2019. Las ribereñas supieron torcer un arranque esquivo para reencontrarse con su mejor cestoball en la etapa complementaria y llevarse un triunfazo que las mete de nuevo en la discusión. Por su parte, las Mayores B se llevaron los puntos, pero jugaron un amistoso y también ganaron ante Córdoba C.


El hambre de gloria de la escuadra principal de Cestoball de Boca Unidos no conoce límites. Este grupo de jugadoras, que ha llenado las vitrinas del club desde la incorporación de la disciplina a la institución ribereña, una vez más dio una prueba contundente de que es el mejor equipo en este deporte a nivel regional, no sólo por jerarquía individual y trabajo colectivo: la aspiración por obtener el máximo galardón siempre y no conformarse con lo conseguido, mantienen viva una llama en cada una de ellas; se puede palpar en su forma de jugar y sobre todo en su espíritu. 

Por supuesto que, como todo equipo, atraviesan altibajos, pueden tener buenos y malos partidos; sí también pueden perder, porque después de todo hablamos de seres humanos. Pero nunca hay que darlas por perdidas. 

Justamente, el costado más humano del conjunto sangre y oro se vio el pasado jueves en el primer tiempo ante Hércules, en el cual le costó meterse en el partido. Las azuladas, que venían de ganarle a Regatas Blanco por 81 a 73, usaron esa inyección anímica para ejercer una presión que surtió efecto en los primeros minutos, en los cuales establecieron un parcial de 8 a 0 y obligaron a Ramón Miño a pedir tiempo muerto. 

No fue fácil remontar el barrilete, porque Juliana Miño jugaba afectada por un fuerte cuadro gripal, y el equipo ribereño lució inconexo y con pocas luces en ataque. Del otro lado de la cancha, las dirigidas por María Laura González aprovechaban bien los espacios que generaban con buena circulación de pelota y frecuentaban al aro rival con efectividad.  No obstante, en los últimos minutos del segmento Boca Unidos empezó a descontar la diferencia y se metió en partido. Al cierre del primer tiempo, el equipo de calle Brasil, que oficiaba de visitante, se retiró al descanso arriba en el marcador 31 a 34.

CUESTA ARRIBA. No la tuvo fácil Boca Unidos, ante un Hércules que dio pelea gran parte del partido.
Aunque la sensaciones eran más positivas del lado de las azuladas, las ribereñas son un equipo al que hay que matar dos veces o más. Y sí, si las dejan con vida no perdonan; es ese apetito voraz de competencia que carga de energías los músculos cansados y las mentes desgastadas. 

En el segundo tiempo, cobró más fuerza el carácter de las aurirrojasSilvina Martínez se convirtió en una muralla defensiva, Eliana Acosta empezó a manejar los hilos del equipo, Valeria Miño imprimió vértigo en los dos costados de la cancha y el aro se empezó a abrir para ella, para Cecilia Sosa, Juli Miño y para Milagros Díaz, que tomó las riendas de la ofensiva. 

Hércules sostuvo la tesitura de la primera parte en el arranque del complemento y aceptó "el golpe por golpe". Boca Unidos recién pudo pasar al frente por primera vez 43 a 42, a falta de 14:50 para el final. Sin embargo, una ráfaga de la visita, que le permitió recuperar el liderazgo 43 a 48, obligó nuevamente al Negro Miño a solicitar tiempo con 12:53 por jugar. 

El "ida y vuelta" persistió y el cotejo ganó en dramatismo; las azuladas mantuvieron una distancia prudente 53 a 58 hasta los 9:30. Sin embargo, se desató el vendaval aurirrojo y la resistencia rival se desplomó: a falta de 8:15, Boca Unidos pasó al frente 59-58 y ya no cedió más la delantera en el tanteador. Una bomba de tres puntos de Vale Miño coronó un parcial de 8 a 2, y María Laura Gónzalez tuvo que frenar el reloj para reordenar a sus dirigidas.  

En los minutos finales, el equipo del barrio Libertad se nubló definitivamente y las ribereñas apelaron a la experiencia de Díaz para sostener la ventaja: la veterana de mil batallas se puso al hombro el equipo recuperando varias pelotas y anotando para su equipo en el epílogo del encuentro. El triunfo para las de rojo y amarillo se selló con un 77 a 66 final que desató la algarabía del Negro Miño y sus dirigidas. 

VIEJO ES EL VIENTO. Milagros Díaz mantuvo en partido a su equipo en el primer tiempo y brilló en el segundo, la veterana demuestra una vigencia extraordinaria.


Consumada la victoria, las aurirrojas sacan cuentas y esperan por una decisión favorable de parte de la Federación Correntina de Cestoball: si bien había perdido por 30 puntos ante Regatas BlancoHércules se impuso frente a las remeras por 8 unidades, y ahora Boca Unidos hizo lo propio ante las azuladas por 11. La diferencia de gol entre los tres equipos pone al conjunto ribereño en la segunda colocación y con la posibilidad de acceder a la serie definitoria en caso de superar a Unión Arroyito, último oponente de la fase regular.

EN EL ESCRITORIO Y EN LA CANCHA. Boca Unidos B sólo jugó un amistoso ante su rival de turno pero se llevó buenas sensaciones de este compromiso.


Por su parte, el conjunto muleto del Aurirrojo se adjudicó los puntos del duelo ante Club Córdoba C, debido a que el rival no completó a tiempo la nómina requerida para iniciar un partido. El duelo debió disputarse en el estadio "Martín Brisco" de Alvear. No obstante, el Rojo consiguió las jugadoras suficientes y ambas escuadras resolvieron disputar un cotejo de carácter amistoso. 

Susana Aguado preparó dos equipos. En primer término, plantó en cancha a: Lourdes Barrios y Evelyn Sosa en defensa; Malena Sario y Valentina Caminos en el medio; Marcela Cao y Nahir Lubary como atacantes. Este equipo estableció un parcial de 10 a 0 en 5 minutos, y luego comenzó la rotación. El segundo elenco ribereño salió a la cancha con: Cecilia Acevedo y Carolina Ramírez en el fondo; Mariana Fernández y Male Sario como enlaces; Silvina Pérez y Sol Cruz en ofensiva. Alternaron entre los dos equipos también Silvina Pérez y Silvia Gauto.

Las aurirrojas, a partir de la ventaja inicial, establecieron buenas transiciones entre defensa y ataque para sostener la diferencia y llevarse en duelo. La mira de las ribereñas está puesta en los cruces, aguardando también por la resolución de la Federación Correntina: Boca Unidos B, segundo en su grupo después de Alvear B, busca enfrentar al primero de la zona opuesta, para tener una chance de alcanzar la serie final del certamen.

De esta manera, concluyó un fin de semana sumamente positivo para los elencos superiores de Cestoball de Boca Unidos, que aguardan con ansias un guiño favorable para acceder a la definición del Torneo Oficial 2019, en el que han demostrado las credenciales de siempre, en el caso del elenco A, y una notable evolución, en el caso de la escuadra B, para estar presente en la lucha por el campeonato. 


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