¿Habrá mejor manera de cortar la semana que con un partido de Boca Unidos? Esta vez la cita fue con el cestoball aurirrojo en el club Colón. Allí, las tricampeonas disputaron una nueva fecha del Torneo Oficial y lograron estirar el invicto, sumando su tercera victoria al hilo. Se impusieron 84 a 50 ante Hércules, en un partido apasionante donde el público también jugó.
Los elencos tuvieron poco tiempo para precalentar pero eso no se notó en la cancha. En los minutos iniciales Hércules empezó manejando los tiempos del juego y supo cerrarse bien ante la presión de las ribereñas. El primer doble llegó de la mano de Milagros Díaz y a partir de ahí fue un ida y vuelta entre ambos equipos.
El marcador estuvo igualado en gran parte del primer tiempo, quizás porque los dos se estudiaban para reducir el margen de error, buscando a la vez el aro y el gol. Juliana Miño y Gimena Fernández sumaron los últimos puntos y por eso esta etapa terminó con un ajustado 36 a 32 para las aurirrojas.
En el segundo tiempo Boca Unidos salió con otra mentalidad a la cancha y a Hércules parecía habérsele cerrado el aro. Las dirigidas por Ramón Miño transformaron ese momento del Albiazul en goles y así pudieron despegarse en el marcador. Con jugadas colectivas, una mejor distribución de la pelota y buscando espacios no sólo lograron convertir sino también cansar a su rival.
El juego se volvió mucho más friccionado que en el primer tiempo y en la etapa final el conjunto del barrio Libertad redujo la diferencia de puntos con los tantos de Florencia Ontiveros y Alejandra Martín principalmente. Sin embargo, no pudieron llegar a la igualdad porque las ribereñas también anotaron.
El público fue parte de los momentos de tensión del juego, aunque durante todo el partido alentaron a sus equipos con gritos, cánticos y aplausos. Un cruce vibrante que terminó con triunfo para las Guerreras 84 a 50.