El mediocampista de Boca Unidos conversó con República Aurirroja haciendo referencia, en gran parte, a la grave lesion que lo dejó afuera de las canchas más de un año y medio. "Fueron los peores seis meses de mi vida" sostuvo.
Guillermo Israilevich habló de todo en Radio del Estudiante y se refirió a su actualidad: "La semana pasada pude volver a pisar la cancha en el entrenamiento y hoy a la mañana también hice unos minutos más. Estoy emocionado porque hace dos meses atrás era imposible para mi".
Acerca de la lesión, explicó el motivo de retraso por volver a ponerse los botines: "Es una fractura expuesta de tobillo y peroné. Lo que a mi me pasó fue que el día del partido había mucha lluvia, barro, pasto y se me infectó".
"Yo sabía todo porque en mi familia son todos médicos y ellos me iban diciendo toda la verdad. Me apoyé mucho en mi familia y amigos" admitió el "Corto". Y agregó: "Antes que poner al club lo pongo a Gregorio Génes y todo su equipo de trabajo, quienes fueron una de las patas de la mesa para que yo haya podido volver a hacer fútbol".
Sobre la cuestión anímica, declaró: "Miles de veces se me pasó por la cabeza que no iba a volver a jugar. Hay que estar fuerte, no es fácil y por suerte tuve el apoyo de todos mis seres queridos y la tranquilidad que me dio el presidente Schweizer". Igualmente, exclamó: "Fueron los peores seis meses de mi vida"
"Yo me lesioné en un momento que venía bien el equipo y después llegaba el torneo de seis meses donde ascendían 5 de 11 equipos. Cuando armaron el plantel fue uno de los mejores que tenía la categoría, pero lamentablemente no se pudo ascender y cumplir el objetivo" opinó el argentino-israelí.
En relación a su vuelta, explicó: "Volver a jugar sería como volver a debutar y estoy luchando para eso. Lo que pasó, pasó y hoy vivo el día a día porque antes de lesionarme venía bien y ya estaba pensando en el torneo que venía".
"Yo iba a la cancha y, más allá del resultado, cuando volvía a mi casa me largaba a llorar porque las ganas de estar ahí adentro me deprimían y el no ascender me hizo peor aún" se sinceró Israilevich dando detalles del proceso de recuperación.
Además, volvió a hacer hincapié en la posibilidad de subir a Primera: "Ascender siempre es difícil. Nos ilusionamos porque hicimos una primer rueda muy buena en el torneo de transición. Así como vinieron jugadores, también se fueron muchos fundamentales".
"Estoy haciendo el curso de DT con el "Tata" Escobar y con el "Chiki" Danelón y ya estamos en la etapa final. Si todo va bien, para diciembre estaríamos recibiendo el título" contó el mediocampista pensando en un futuro lejano pero ligado a la redonda.
En otro orden, el "enano" admitió que el fallecimiento de su sobrino le provocó un "click" en la cabeza: "Los padres salieron adelante a pesar de un dolor tan grande y me di cuenta que esta lesión no era nada comparado a esa pérdida; fue uno de los motivos que me hizo salir adelante".
Por otra parte, el santafesino no tiene buenos recuerdos de Pablo Mazza, jugador con el que sufrió el choque y posterior lesión: "La verdad es que me llamó al otro día y me mandó mensajes pidiéndome disculpas. No tuve contacto ni tengo muchas ganas de tenerlo con él porque la jugada no es intencional pero tuvo que ser más precavido" confesó.
Por último, le dejó un mensaje a todos los hinchas: "Le agarré un cariño enorme a Boca Unidos y a la ciudad. La gente se tiene que quedar tranquila porque los jugadores dejan todo y, en lo personal, voy a dejar todo para volver". Y se sinceró: "Noche tras noche sueño con entrar a la cancha y que la gente me aplauda".
Foto: Todo Corrientes.