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OTRO AÑO SIN COPA





Boca Unidos exhibió graves problemas ante el puntero del torneo y terminó pagando muy cara la segunda derrota en casa: se quedó afuera de la fase final de la Copa Argentina y se aleja de la lucha de arriba. El conjunto ribereño careció de argumentos para lastimar a un rival que se desenvolvió con mucha holgura. 


Una vez más Boca Unidos se quedó con las manos vacías en casa, y esta nueva derrota significó la caída del primer objetivo de la temporada: el adiós a la fase final de la Copa Argentina. Federico Domínguez movió el tablero respecto a la presentación en Santamarina, pero las variantes no resultaron. Al Aurirrojo le costó mucho prosperar en el campo de juego y carecía de lucidez en el movimiento del balón. 

El rival optó por analizar a su oponente y empezar a trabajar en función de sus inconvenientes. Aprovechando desatenciones y desacoples defensivos, le disputó la pelota y antes de la media hora llegó al gol: a los 27', un tiro de esquina desde la izquierda derivó en Jonathan Baumann, quien apareció por derecha y su remate dio en el palo. Sin embargo, el rebote salió hacia el medio donde apareció solitariamente Tobías Figueroa para empujar el esférico a la red. 

Un rato más tarde, a los 43', otro tiro de esquina (esta vez desde la derecha) cruzó el área correntina para encontrar sin marcas a Morales. El lateral tuvo tiempo para bajarla y ensayar un centro medido a la cabeza de Tobías Figueroa que agarró a contrapierna a Ojeda y estampó el 2-0. 

Las corridas de Germán Herrera y los avances comandados por Mariano Miño no tuvieron la compañía necesaria para llevar peligro al arco rival. 

En el complemento, el Aurirrojo dispuso de una situación muy clara, al juzgar Dóvalo que los patagónicos cometieron una jugada ilícita al intentar jugar a las manos del arquero. El tiro libre indirecto se elevó por arriba del horizontal y llenó de suspiros a los hinchas que lamentaban una chance muy clara para descontar. En el anfitrión se sucedieron los ingresos de Ross y Nieto, por Miño y Ramírez, pero no cambiaron la tónica del encuentro. Brown, retrocedió a unos metros y con orden táctico apagaba cualquier intento de los de rojo y amarillo.

A los 18', la visita dispuso de un tiro libre en la puerta del área, con la pelota levemente inclinada hacia la izquierda. Román Strada con una excelsa ejecución dejó sin reacción a Ojeda y sentenció la historia cuando faltaba media hora de juego.

Valsangiácomo tuvo una chance para descontar también, tras un buen centro de Osmar Ferreyra, y su cabezazo murió en las manos de Mehring. Luego llegaría el momento del "Negro", pero su ímpetu no alcanzó para encender a un equipo anímicamente muy decaído. También el "Malevo" tuvo su chance, con un remate desde la puerta del área, pero Mehring hizo gala de sus reflejos arrojándose sobre el vertical izquierdo y desviando la pelota con mano cambiada. 

En los últimos minutos la parcialidad local comenzó a manifestar su disgusto con mayor enjundia desde la tribuna este, mientras un impotente Boca Unidos masticaba bronca rumbo al vestuario. Habrá una semana para refrescar la mente, ya que el próximo domingo el elenco ribereño recibirá a All Boys, con la necesidad de ganar para cambiar su suerte. 
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