UNA SANTA RESISTENCIA




Boca Unidos no pudo ante Santamarina en la tarde del domingo. La historia terminó igualada 1 a 1 y los correntinos continúan con la sequía ganadora en el torneo. Pablo Vegetti, convirtió el empate para el anfitrión.


El Aurirrojo entró enfocado y decidido a la cancha. La primera llegada no tardó en llegar, cuando Leonardo Baroni escapó por el sector izquierdo y mandó el centro para Gonzalo Ríos, que no pudo darle con precisión a los 3 minutos del inicio.

En su afán por dar el primer golpe en los primeros minutos, Boca Unidos siguió con la arremetida a los 12 minutos. Una gran jugada colectiva terminó con un pase filtrado de Gonzalo Ríos para Germán Herrera, que atinó a picar la pelota ante la salida de Papaleo. El arquero terminó tapando a tiempo lo que pudo ser un golazo para el dueño de casa.

Luego de un inicio a pura intensidad, el cotejo entró en una meseta, el equipo Ribereño sufrió la ausencia de Gonzalo Ríos, quien dejó el campo de juego lesionado. La visita no tuvo problemas para resguardarse en su campo esperando la contra oportuna.

En el balance, fue un correcto primer segmento del equipo de Sergio Umpiérrez, que tomó las riendas del partido pero falló en los metros decisivos.

El descanso le vino bien a ambos equipos porque llegaron los goles. Primero, un preciso de centro de Ezequiel Barrionuevo que combinó con el letal delantero Martín Michel, quien de cabeza puso en ventaja al Aurinegro, cuando transcurrían apenas 40 segundos del complemento.

Parecía un mazazo para los correntinos, sobre todo por lo hecho en la primera etapa, pero logró reaccionar a tiempo. A los 2 minutos, se combinaron por izquierda Germán Herrera y Osmar Ferreyra; al mismo tiempo, Baroni pasó nuevamente al ataque y llegó hasta el fondo para enviar el centro perfecto a los pies de Pablo Vegetti, quien tuvo que estirar la pierna nada mas para volver a poner el partido en pardas.

A diferencia de los goles, el segundo tiempo parecía ser una copia del primero. Un arranque con mucho ritmo y luego nuevamente se hizo trabado. La gran chance después del bache llegó a los 24’, con un furioso remate del ingresado Rodríguez Rojas que estrelló el travesaño del arco de Papaleo.

Las mejores llegadas, por no decir la mayoría, fueron para el equipo dueño de casa. Santamarina jugó su partido aparte y logró su cometido: no volver con las manos vacías. Por su parte, el equipo de la Ribera sigue con la sensación amarga de no haber sumado victorias en seis fechas disputadas. El próximo sábado, visita a Nueva Chicago.

Foto: Télam.
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