En la mañana de este martes, se anunció oficialmente la salida de Victor Genes como entrenador del equipo correntino. Boca Unidos despide un 2017 en el que tuvo cinco técnicos al frente del plantel profesional. Con la partida del paraguayo, todos los cañones apuntan a Diego Cagna como el posible sucesor.
Por Adolfo Pereira
Tras la derrota del día domingo ante Agropecuario, el entrenador aurirrojo no dio la habitual conferencia de prensa post-partido ¿sintomático? sí. Se ha convertido en ley: cuando un D.T. en Boca Unidos no da conferencia de prensa, es porque se sabe en la cuerda floja y su salida es inminente.
Se ha vuelto recurrente también. Es una escena que se ha repetido seguido en el club de la ribera correntina a lo largo del 2017, donde pasaron cinco entrenadores por el primer equipo: arrancó Federico Domínguez, luego se hizo cargo interinamente Roberto Marioni; Cristian Bassedas fue el sucesor y apenas atravesó el umbral de mitad de año, su despido en la segunda fecha generó una chance para Sergio Umpiérrez, pero ante la falta de resultados arribó Victor Genes.
El hundimiento fue estrepitoso. Boca Unidos dejó su lugar expectante en mitad de tabla y comenzó a naufragar entre los últimos lugares, cayendo también en la tabla de promedios, donde desde fines del torneo anterior el descenso se convirtió en una realidad palpable. El nuevo torneo renovó esperanzas, pero pronto se notó que se trataba de la misma película. Así pasaron Bassedas y Umpiérrez hasta llegar Genes como director, pero nada cambió. El paraguayo dirigió 6 partidos: su cosecha fue de una victoria, un empate y cuatro derrotas.
El equipo esbozó una leve mejoría, insuficiente sin embargo para compensar los errores que nunca pudo dejar atrás: rendimientos bajos, desconcentraciones en defensa; incapacidad para recuperar la pelota lejos del arco propio, anemia ofensiva. No hubo sorpresa: el Aurirrojo cierra el año calendario en zona de descenso y con sólo 12 partidos para revertir la situación. No hay margen de error.
Como era de esperarse, ni bien se anunció la salida del entrenador guaraní los rumores ganaron las calles correntinas. A diferencia de otras oportunidades, como pocas veces ha ocurrido, un nombre tiene mucha fuerza: el de Diego Cagna, que hace pocas horas dejó San Martín de Tucumán. Se trata de un DT que siempre estuvo en la agenda de la dirigencia ribereña, pero por distintas circunstancias no se concretó su llegada con anterioridad.
En un segundo plano, se mencionó también la posibilidad de Marcelo Broggi, pero sólo el correr de las horas permitirá tener certezas acerca del próximo entrenador, que será el cuarto para Boca Unidos en tan sólo 12 partidos.
Tras la derrota del día domingo ante Agropecuario, el entrenador aurirrojo no dio la habitual conferencia de prensa post-partido ¿sintomático? sí. Se ha convertido en ley: cuando un D.T. en Boca Unidos no da conferencia de prensa, es porque se sabe en la cuerda floja y su salida es inminente.
Se ha vuelto recurrente también. Es una escena que se ha repetido seguido en el club de la ribera correntina a lo largo del 2017, donde pasaron cinco entrenadores por el primer equipo: arrancó Federico Domínguez, luego se hizo cargo interinamente Roberto Marioni; Cristian Bassedas fue el sucesor y apenas atravesó el umbral de mitad de año, su despido en la segunda fecha generó una chance para Sergio Umpiérrez, pero ante la falta de resultados arribó Victor Genes.
El hundimiento fue estrepitoso. Boca Unidos dejó su lugar expectante en mitad de tabla y comenzó a naufragar entre los últimos lugares, cayendo también en la tabla de promedios, donde desde fines del torneo anterior el descenso se convirtió en una realidad palpable. El nuevo torneo renovó esperanzas, pero pronto se notó que se trataba de la misma película. Así pasaron Bassedas y Umpiérrez hasta llegar Genes como director, pero nada cambió. El paraguayo dirigió 6 partidos: su cosecha fue de una victoria, un empate y cuatro derrotas.
El equipo esbozó una leve mejoría, insuficiente sin embargo para compensar los errores que nunca pudo dejar atrás: rendimientos bajos, desconcentraciones en defensa; incapacidad para recuperar la pelota lejos del arco propio, anemia ofensiva. No hubo sorpresa: el Aurirrojo cierra el año calendario en zona de descenso y con sólo 12 partidos para revertir la situación. No hay margen de error.
Como era de esperarse, ni bien se anunció la salida del entrenador guaraní los rumores ganaron las calles correntinas. A diferencia de otras oportunidades, como pocas veces ha ocurrido, un nombre tiene mucha fuerza: el de Diego Cagna, que hace pocas horas dejó San Martín de Tucumán. Se trata de un DT que siempre estuvo en la agenda de la dirigencia ribereña, pero por distintas circunstancias no se concretó su llegada con anterioridad.
En un segundo plano, se mencionó también la posibilidad de Marcelo Broggi, pero sólo el correr de las horas permitirá tener certezas acerca del próximo entrenador, que será el cuarto para Boca Unidos en tan sólo 12 partidos.