NO HAY PUNTERO QUE VALGA EN CASA



Fue un encuentro especial para el Aurirrojo, el partido oficial N°100 que disputó como local, ante Chaco For Ever, uno de los ilustres rivales de la región y la categoría. Y aunque todavía no hizo de su casa una auténtica fortaleza, Boca Unidos adoptó en este tiempo una costumbre que enorgullece a sus hinchas: la gran mayoría de los "punteros" que visitan Corrientes, se vuelven con las manos vacías. Esta vez, esa historia se repitió gracias a los goles de Medina y Reynaga sobre el final.


No eran pocos los que se asombraban al escuchar o leer que este partido en el que Boca Unidos recibía a Chaco For Ever sería el N°100 del estadio, que había sido inaugurado el 19 de octubre de 2014 luego de tantos años de espera. No obstante, la emotividad dio paso rápidamente a los nervios por lo que había en juego. El elenco chaqueño llegaba dulce: le había empatado sobre la hora a Sarmiento por Copa Argentina y le ganó a Douglas Haig en su regreso al Federal A. Así consiguió tomar una distancia prudente de todos sus perseguidores.

También fue grande la sorpresa cuando surgió la lista de iniciales y suplentes en la visita. El entrenador Norberto Acosta optó por resguardar a varios titulares de cara a la vuelta de la fase preliminar copera. En el primer tiempo, el plan parecía resultarle: después de un comienzo friccionado, el Albinegro empezó a prevalecer en la tenecia del esférico y poco a poco se fue aproximando al arco de Jorge Carranza, pero sin mucha peligrosidad. La escuadra sangre y oro carecía de ideas y conexión entre líneas para darle destino preciso a los pases. Apenas un par de avances esbozó el equipo de Claudio Marini, en unos 45 minutos bastante pobres y con mejores sensaciones para los vecinos. 

Gabriel Morales, el más activo de los jugadores ribereños en la primera etapa, tomó la batuta en su equipo e inspiró a sus compañeros en el complemento; encontró sociedad con Rodrigo Migone por izquierda y con un voluntarioso Antonio Medina, al que le tocó ser el único delantero del equipo. No obstante, primero habían avisado los de la orilla opuesta, con un remate desviado de Juan Manuel Ferreyra y un cabezazo de Matías Romero, a los 6', que cayó en el techo del golero aurirrojo.



Respondió el anfitrión con un encuentro entre Matías Espíndola y Diego Sánchez Paredes, que se asociaron por derecha, con disparo final del primero que pasó cerca del vertical, a los 7'. Al rato, por una recuperación de Corcho, la combinación entre Morales y Medina culminó con Gabi enfrentando  a Canuto. El arquero lo tocó pero el árbitro consideró que el volante ribereño se había tirado y por eso no cobró penal y lo amonestó.

No obstante, continuó insistiendo la escuadra sangre y oroMigone y Morales fueron los que volvieron a juntarse para una incómoda culminación de Martín Fabro a los 19'.  Como Boca Unidos se adueñó de las acciones en esta etapa, el Beto Acosta quiso torcer la historia con los ingresos de Diego Magno y Julio Cáceres, la dupla forevista titular en el ataque. Enseguida, Marini mandó también a Renzo Reynaga por Martín Ojeda, considerando que había que quitar piezas en el medio para ir a buscar el partido. 

El duelo se acercaba a su fin, For Ever se abrazaba al empate y el contragolpe, pero otra vez el mago frotó la lámpara: Medina recibió de Morales y en el control de pelota encontró el movimiento para desairar a dos rivales y entrarle con cara externa del pie izquierdo antes de que llegara un tercero, Canuto quedó petrificado ¡Golazo! 42' minutos marcaba el reloj.

La desesperación de la visita motivó a tratar de salvar la situación mediante una propuesta más frontal. Se sucedieron algunos envíos aéreos y, tras un despeje, el propio Medina inició otra gran jugada, arrancó en campo propio y al pasar la línea media empezó a trazar una diagonal, cambió de frente para la llegada de Gabriel Morales y éste aprovechó el acompañamiento de Migone, que llegó hasta el fondo y cruzó la pelota al ras del piso para la entrada triunfal de Reynaga, que decretó el 2 a 0 a los 48'.



Apenas movió del medio el Albinegro, Luis Lobo Medina pitó el final y desató los abrazos de la parcialidad local y los jugadores, que asumieron la importancia de no dejar escapar al líder de la zona, a la vez que se alimenta la confianza con un reposicionamiento en el selecto lote de los clasificados. Vaya partido, vaya rival, vaya contexto y vaya desenlace para Boca Unidos y su gente, que recordará con gratitud un triunfo muy importante para las aspiraciones aurirrojas.

  

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente