Por Adolfo Pereira
Un 29 de agosto de 2010, hace 10 años atrás, Boca Unidos le ganó agónicamente a Unión de Santa Fe por 2 a 1 en el "José Antonio Romero Feris" de Huracán Corrientes. De no haber mediado todos los condimentos que tuvo este partido, probablemente no hubiera quedado grabado en la memoria colectiva de la hinchada ribereña.
Había una carga emocional importante, ya que dos apellidos ilustres retornaban por primera vez a la ciudad de las siete puntas con otros colores: el DT Frank Darío Kudelka y el defensor Juan Pablo Cárdenas. Cumplido el objetivo de mantener la categoría en la temporada anterior, ambos buscaron nuevos horizontes profesionales y regresaron al Tatengue, donde hicieron sus primeras armas como entrenador y como futbolista, respectivamente.
Los contendientes llegaban con realidades diferenciadas entre sí: Boca Unidos había tenido un buen arranque con un empate en Córdoba ante Instituto, y dos triunfos consecutivos ante Atlético Tucumán y Tiro Federal en Rosario. Unión, por su lado, venció al Deportivo Merlo en la primera fecha, pero luego cayó ante Chacarita e Independiente Rivadavia.
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| Kudelka se hizo cargo de Unión, tras su paso por Boca Unidos. Foto: El Litoral (Sta Fe) |
Por el lado del anfitrión, se alistaron: Nereo Fernández en la valla; César González, Walter Alarcón, Alejandro Meloño y Leonardo Baroni en la última línea; Jonathan Belforte, Franco Amaya, Miguel Benítez y Victor Galarza en el mediocampo; Antonio Medina y Aldo Visconti como atacantes. En la visita, los once iniciales fueron: Alejandro Limia; Alejandro Pérez, Nicolás Correa, Juan Pablo Cárdenas y Mauro Maidana en defensa; Pablo Pérez, Sebastián Vidal y Jorge Velázquez en la línea de volantes; Paulo Rosales y Rodrigo Mannara como enlaces; y Matías Quiroga como único hombre de punta.
Antes del inicio del encuentro, la dirigencia de Boca Unidos llevó a cabo la entrega de reconocimientos para los dos héroes, ambos con importante cuota de responsabilidad en la consecución del mayor logro deportivo para la entidad ribereña, acompañados por el fervorozo aplauso y la ovación de la parcialidad correntina.
El desarrollo del partido fue equilibrado pero fue el conjunto santafesino el que más peligro arrimó en los primeros 45': primero con un cabezazo del Cotto Correa, luego con un misil del Chango Cárdenas. En ambos casos, Nereo supo conjurar las situaciones con suficiencia. Sin embargo, en el cierre del primer tiempo, el Aurirrojo encontró la primera ventaja por una vía poco convencional: un tiro de esquina ejecutado por el Beto González cayó delante del punto del penal y allí apareció el Tony Medina para cabecear entre los gigantes y decretar el 1 a 0 antes de irse al vestuario. Premio para el chaqueño que había generado grandes dolores de cabeza en el rival.
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| El Tony fue el responsable de primer quiebre en el marcador. Foto: Eventos y Marcas |
En el complemento, Kudelka modificó su estructura para ir por el empate. Sacó a Pablo Pérez, por entonces un juvenil llegado desde Newell's para sumar experiencia, que ya contaba con esas peculiaridades que luego lo volvieron famoso en la Lepra, Boca Juniors e Independiente. El cronista del diario El Litoral de Santa Fe lo expresó en los siguientes términos: "Kudelka sacó primero a un Pablo Pérez que juega siempre condicionado por las amonestaciones y al límite de la roja". No cambió en nada Pablito... puso en su lugar a Cristian Gaitán; también ingresaron el intimidante Leandro Zárate por Jorge Velázquez y Fausto Montero por Tarrito Pérez, otro conocido nuestro.
Por el lado del DT local, Juan Amador Sánchez, los cambios se orientaron a tratar de oxigenar al equipo, ya que Gabriel Correa sustituyó a Manzana Benítez, Álan Sánchez ingresó por Victor Galarza y Hugo Prieto entró por el Tony. En estas últimas variantes, estaba la llave de la victoria correntina.
Los santafesinos fueron con mucha voluntad en busca de la igualdad y este esfuerzo maduró cerca del final. Mannara mandó un centro desde la izquierda que la Chancha Zárate bajó y el talentoso Paulo Rosales, emblema tatengue, la tomó por derecha, enganchó y remató de zurda al fondo de la red. Faltaban dos minutos para los 45'.
La cachetada sacó del letargo a la escuadra sangre y oro. La gente y el local arremetieron contra el arco de la visita y una distracción de los santafesinos les terminó costando muy caro: Álan Sánchez recibió desde un lateral por izquierda, encaró para el área y aguantó la embestida de Montero, llegó al fondo y metió el pase atrás. Allí se metió en diagonal el patagónico Hugo Prieto que alcanzó a puntear la pelota a lo Romario, entre Correa y Cárdenas, y la puso en el segundo palo, lejos del alcance de Limia.
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| Todos corren a subirse a la montaña humana, que enterró a Hugo Prieto bajo un abrazo de gol. Foto: Eventos y Marcas |
La locura se apoderó de los presentes que corrieron al mal tiempo con sus gritos de alegría y abrazos de euforia. Del lado de la visita todo era frustración. Sólo quedó tiempo para un último intento al área, que murió en la cabeza de Franco Amaya. El pitazo final de Diego Ceballos generó una explosión de júbilo entre los presentes, que sabían que Boca Unidos se subía a lo más alto de la tabla de posiciones ¿Cómo no ilusionarse?
Eran tiempos de ilusión, justamente, para un equipo que se había sacado el apodo de cenicienta durante la primera campaña y en la segunda empezaba a soñar con proyectarse hacia arriba.
Reviví las emociones del partido, en el siguiente compacto, gentileza de En el Área TV