Por Adolfo Pereira
Uno de los días más famosos del año calendario tiene un romance con el club de la ribera correntina. Podríamos decir que el idilio es semejante al que experimentan (o recuerdan) quienes se valieron del 14 de febrero para la cita que se convirtió en el puntapié de un noviazgo o pedido de matrimonio. En otros casos, también hubo quienes aprovecharon para lucirse con sus parejas y, porqué no, para reconciliarse.
No son tantos partidos como para decir que la escuadra sangre y oro se casó con esta fecha, pero el vínculo tiene raíces fuertes y tal vez, si las cosas siguen por este rumbo, en unos años ya estemos preparando los confites.
Por certámenes nacionales, el Aurirrojo y San Valentín se conocieron el 14 de febrero de 1988. Boca Unidos formaba parte del grupo B de aquella edición del Torneo del Interior y ese día se jugaba, ante Bartolomé Mitre de Posadas, la posibilidad de avanzar a la próxima fase. La cita no pudo ser mejor, ya que el conjunto correntino se impuso por 3 a 1 con goles de Alfredo Schweizer, Walter Chapo y Carlos Carril, mientras que para la visita descontó Yedros.
Cuatro años más tarde, en la misma categoría, el equipo de la ribera viajó a Oberá con el propósito de avanzar de fase y regresó con bombones y rosas: goleó 4 a 0 a Leandro N. Alem, con dos tantos de Carlos Carril, uno de Daniel Toledo y otro de Benítez. Lamentablemente, el sueño se truncó poco después, cuando Guaraní Antonio Franco lo sacó de la carrera por el ascenso.
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| No hay puntero que valga en casa. Boca Unidos hizo pesar la localía en su primera temporada en la B Nacional |
Y si bien es una fecha en la que habitualmente hay competencia oficial, la relación atravesó una pausa de diecisiete años, con varios acercamientos, eso sí. El beso del reencuentro llegó en 2010, cuando la escuadra que por entonces dirigía Frank Darío Kudelka atravesaba su campaña debut en la Primera B Nacional. De la mano de un inspirado Miguel "Manzana" Benítez y de un incisivo Gastón Caprari, el Aurirrojo se llevó el triunfo por 2 a 1, ante el puntero San Martín de San Juan, que descontó sobre el cierre del encuentro mediante Leonardo Sánchez.
Ya en 2014, y también en la máxima categoría del fútbol de ascenso de la Argentina, Boca Unidos se vistió de gala para visitar el mítico estadio "Libertadores de América" donde lo esperaba un vapuleado Independiente. Dos pretendientes para tres puntos en disputa que podían ser decisivos para aspirar a los primeros puestos. La visita sorprendió, tomando la iniciativa de sacar a bailar, al ritmo de Santiago Raymonda, que entre pasos y vueltas metió una poesía para adelantar a los correntinos. Sin embargo, el local no se quedó con los brazos cruzados, y llegó al 1 a 1 a cinco minutos del final por una equivocación defensiva que capitalizó Adrián Fernández. Aún así, la última fue para Gonzalo Ríos que pudo haber cambiado la historia, pero ninguno de los candidatos consiguió el objetivo de conquistar la victoria.
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| Se escapó por muy poco. Boca Unidos estuvo cerca de dar un golpe histórico en el Libertadores de América. |
El 14 de febrero de 2016, un duelo de individualidades cautivó muchas miradas en el Leoncio Benítez: el Boca Unidos de Franco Cángele enfrentaba al Chacarita comandado por Damián Manso. Fue justamente, el mismo Cángele el que metió temprano el "flechazo", que a la poster terminó siendo el 1 a 0 definitivo. Fue el último torneo que el Aurirrojo coqueteó con el sueño de Primera.
The last dance (el último baile) tuvo lugar también en el escenario del barrio 17 de Agosto. Fue en 2018 y con una sonrisa que por entonces todavía ilusionaba a los hinchas ribereños con preservar la categoría, después de un 2017 para el olvido. El conjunto conducido en ese momento por Carlos Mayor, se impuso 2 a 0 ante Guillermo Brown de Puerto Madryn con las conversiones de Diego Sosa y Pablo Vegetti.
Tras el descenso al Torneo Federal A, la famosa cita de los enamorados no volvió a concretarse hasta el momento. Lo cierto es que el romance existe y los números lo avalan: en seis partidos, Boca Unidos obtuvo cinco triunfos y empató una vez. Hay un refrán popular que reza: "donde hubo fuego, cenizas quedan", y el viento de los recuerdos las esparció por las cabezas de este grupo de hinchas aurirrojos que se pusieron a averiguar y se encontraron con este lindo detalle en este día tan especial.