El Aurirrojo no pudo quebrar el cero ante el flamante campeón, y deberá esperar algunos resultados para lograr clasificar a la próxima Copa Argentina. A Boca Unidos le sobraron situaciones de gol, pero nuevamente apareció el mismo defecto de todo el certamen: la ineficacia. Fue empate sin goles ante Atlético Tucumán, en lo que significó la despedida de ambos equipos en la temporada.
El arranque fue todo de Atlético, que vino a Corrientes con la intención de darle más minutos a los habituales suplentes. A pesar de ello, propuso desde el minuto cero con Sebastián Longo como abanderado.
Del otro lado, Boca Unidos emparejó las acciones a partir del primer cuarto de hora, con un Jonathan Cháves movedizo y asociándose con sus compañeros de ataque Nicolás Silva y Martinena.
A los 35’ la tuvo Martinena con un disparo desde lejos que fue bien controlado por Josué Ayala. En la réplica, contestó Longo para los tucumanos: desbordó por izquierda y dejó atrás a varios hombres rivales, pero llegó justo Baroni para apagar el incendio.
En el complemento fue todo del dueño de casa, que multiplicó las ocasiones de gol. La más clara la tuvo Silva, quien recibió un pase filtrado, eludió al arquero y solo debía empujarla. Se relajó y no remató con potencia cuando llegaba Evangelista para sacarla en la línea de su valla.
Más tarde, Toti Cháves llegó por el sector izquierdo y envió el centro pasado para Fabro, que sólo tenía que cabecear en dirección al arco pero no pudo controlarla. De a poco, el Decano se fue conformando con la igualdad, aunque estaba latente la chance de llegar al gol de contragolpe.
Trucco le dio tiempo suficiente al equipo de la Ribera para intentar convertir, pero la falta de efectividad fue la gran ganadora de la tarde, que amargó a los correntinos y condenó a tener que esperar otros resultados para definir su clasificación a la Copa Argentina. La jugada insólita que no concretó Silva quedará en la cabeza de muchos si el Aurirrojo no logra el objetivo copero.