Osmar Ferreyra dialogó con República Aurirroja en Mega Corrientes y expresó sus sensaciones sobre el presente de Boca Unidos. Además, hizo un análisis de la temporada y también a nivel personal. Tras un año y medio en el conjunto ribereño, el volante remarcó sus objetivos más cercanos.
Por Sebastián Zárate.
En el arranque de la entrevista, el Malevo habló de la última fecha, dónde el Aurirrojo quedó libre: "Había sido una semana perfecta hasta el día de ayer, donde estábamos todos expectantes con el resultado que podía tener el partido de Atlético de Rafaela y Quilmes. Tuvimos la ilusión de que Rafaela le haga fuerzas, por lo menos le saque un empate, pero lamentablemente Quilmes ganó y a mi me costo mucho asimilarlo, estaba ilusionado con que La Crema saque un buen resultado pero no ha sido así".
Focalizándose en el partido ante Quilmes del próximo domingo, agregó: "Tenemos que trabajar, hay un partido más que importante el fin de semana, donde necesitamos la victoria y no nos sirve otra cosa. Lamentablemente ya no depende de nosotros, sacando los seis puntos nosotros necesitamos esperar resultados de otros equipos".
Sin dudar, Ferreyra remarcó insistentemente que el problema del descenso no se condice con el presente: "Si el torneo hubiese arrancado este 2018, estaríamos en los primeros planos. Los malos resultados vienen desde hace rato y hoy lo estamos sufriendo muchísimo".
Aunque hoy los ribereños se encuentren en la zona roja, el experimentado volante se mostró confiado en poder salvar la categoría: "Todavía tenemos vida, estamos con chances y vamos a dar batalla hasta caer muertos. No nos vamos a rendir nunca, nos quedan estas últimas dos finales; mientras matemáticamente tengamos posibilidades, vamos a pelear hasta lo último". "Es una situación difícil, complicada, porque vi muchas caras largas por el resultado de anoche. Cuesta pero no queda otra que seguir entrenando, mentalizándonos en el domingo y saber de que no nos queda otro resultado mas que la victoria. Tenemos toda la esperanza de poder mantener la categoría. En este momento de mi carrera sería una desilusión muy grande no poder lograrlo y, lo único que quiero y anhelo, es poder mantener a Boca Unidos en el Nacional B".
En la última victoria ante los santafesinos, el "10" volvió a la titularidad pero en un lugar en el que no nos tiene acostumbrados: "No es una posición natural mía, pero lo hice muchísimas veces. Cuando el equipo me necesitó, en otras posiciones, he jugado hasta de lateral y también de media punta; me puedo adaptar a muchos lugares y, cuando el equipo necesita, tengo que ponerme el overol, y más en una situación como en la que estamos".
No arrancaba como titular desde la reanudación del torneo, en la victoria de Boca Unidos en Jáuregui ante Flandria: "Tenía muchísimas ganas de jugar y que me toque, los partidos anteriores había entrado bien, teniendo buenas actuaciones; venia en alza y ahora con mucha confianza, de saber que le puedo dar mucho al equipo en estos últimos dos partidos, Estoy bien, contento y tranquilo en ese sentido".
A pesar de no jugar como titular, siempre tuvo su lugar en la nómina y supo que la chance reaparecería en algún momento: "En el momento que me toca salir el equipo venia bien, en alza, con victorias. Los chicos que jugaron en mi posición lo estaban haciendo muy bien, lo único que me quedó fue esperar la oportunidad".
Las responsabilidades de ser parte de un equipo titular, en esta situación, son muchas; tanto así como las "ganas" del volante surgido en River Plate de disputar el próximo cotejo: "Me toca en este transcurso final del torneo, una parte muy decisiva. Así como aporte lo mio desde el lugar que me tocó estar, sea desde el banco o dentro de la cancha, lo voy a seguir haciendo y me siento con muchísimas ganas, quiero que llegue ya el día del partido para dar lo mejor de mí".
El último partido compartió el medio campo con Martín Ojeda, quien hizo su debut como titular. Con toda la experiencia que ha sumado en su trayectoria, detalló las indicaciones que le dio al juvenil: "Hablamos mucho desde el momento que sabíamos que íbamos a jugar, desde mi experiencia y capacidad técnica, traté de aconsejarlo y ubicarlo. Martín es mas numero 5 y se cruzaba mucho, se me metía mucho a la espalda y teníamos que repartirnos un poco mas la cancha, mitad para cada lado".
Fuera del rectángulo de juego, Ojeda se gana la vida trabajando y Ferreyra enfatizó en ello, recordando también sus inicios en la entidad Millonaria: "Por otro lado, me pongo muy contento por él. Es un chico que la pelea mucho, tiene que salir a trabajar porque tiene una familia y lo hace todos los días hasta altas horas de la noche para poder llevar el pan a la casa. Sabiendo eso, el sacrificio que hace a mi me enorgullece poder compartir cancha con él y que tenga su posibilidad, que se pueda mostrar y se pueda ver lo que realmente sabe, que es jugar al fútbol"
Lejos de aceptar la ubicación en la tabla de los promedios, el Malevo opinó acerca de los rivales, de los cuales nunca sintió algún tipo de superioridad, más allá de la numérica: "Me cuesta entender en la situación que estamos, de no haber podido sacar más puntos. Viendo los equipos con los que nos ha tocado jugar, nunca nos hemos sentido superados, salvo Aldosivi en el primer tiempo, que nos manejo la pelota porque tiene gente de experiencia, que jugó toda su vida en primera; después los equipos son todos muy parejos y hay mucha paridad".
Además, expresó que el juego mostrado por el Aurirrojo en este 2018, es superior al de sus rivales directos: "Mirando el partido de anoche entre Rafaela y Quilmes me dieron ganas de apagar la tele, porque me iba a dar un dolor de ojo. Pensaba, internamente, ¿de esta manera jugamos nosotros? somos mucho más intensos, tenemos mejor pie, llegamos mucho más al arco rival, creamos, intentamos jugar al futbol, entonces, a veces, cuesta entender en la situación que estamos". "Si el torneo hubiese arrancado en el 2018, nosotros estaríamos en los primeros planos pero, lamentablemente, nos encontramos en otra situación; tenemos que poner el pecho y la cara".
Asimismo, asumió responsabilidad por el presente que atraviesa la institución y plasmó lo que piensa del conjunto ribereño: "Sinceramente, me siento responsable porque estuve el año pasado, donde no logramos sacar buenos resultados. Tenemos material para quedarnos, el club es grande y tiene que seguir en esta categoría, Boca Unidos tiene que aspirar a más y todos queremos eso. Hay que luchar hasta el final porque nos sentimos vivos y la esperanza no la vamos a perder hasta el último minuto". "Nos duele, somos todos responsables de este momento en la institución. Viendo la calidad de jugadores y equipo que tenemos nos cuesta vernos en la situación en la que estamos. Me siento responsable porque hace un año y medio que estoy acá".
A modo de cierre, contó cuales fueron los objetivos que lo motivaron a jugar en Boca Unidos: "Cuando decidí venir al club fue con la idea de aspirar a conseguir algo, y no a pelear el descenso. Intentamos armarnos para ascender y salir campeones. Hoy en día, me encuentra en una situación totalmente diferente, donde me puedo hacer cargo y ser responsable desde el lugar que me toca a mí, pongo el pecho y la cara las veces que me toca estar, y aveces tiene que ser necesario para dar lo mejor y sacar al equipo adelante.
También se tomó el tiempo de contar una experiencia muy particular, Ferreyra ya conoce lo que es pelear por mantener la categoría y lo hizo con uno de los equipos más grandes de Argentina, donde el descenso es una utopía y repercute el doble: "Me pasó estando en Independiente, cuando me tocó descender teniendo un plantel de "la puta madre", con grandes jugadores, de trayectoria, que salieron campeones en todos lados. Uno dice "el próximo partido ganamos y de 8 puntos sacamos tanto" y, así sucesivamente, cada vez te vas metiendo más; cuando estas entre las cuerdas o estas al límite te das cuenta realmente en la situación que estas".
Sin margen de error alguno, manifestó que: "Nosotros todavía tenemos las herramientas para poder pelear pero, no depende únicamente de lo que hagamos, gran parte será ganar estos seis puntos y después, con la ayuda de Dios, seguramente nos quedaremos en la categoría".
Con el partido ante Quilmes a la vuelta de la esquina, el zurdo expresó como tiene que jugar el conjunto ribereño: "El equipo tiene identidad, sabe a lo que juega. Vamos a jugar como lo estamos haciendo, buscando el resultado en todas las canchas; hemos sacado más resultados de visitante que de local. Saldremos a presionar bien alto, intentando jugar, triangular, ir por afuera, en ese sentido no tenemos que modificar nada porque venimos jugando partidos muy buenos. Hay que seguir manteniendo el arco en cero, como lo hicimos ante Atlético de Rafaela, porque si nos convierten después cuesta el doble poder revertir el marcador. En lo futbolístico tenemos que seguir con la misma mentalidad".
Leonardo Baroni y Pablo Vegetti no serán de la partida por suspensión, tras haber llegado a las cinco tarjetas amarillas en el duelo ante Rafaela: "Son dos jugadores experimentados y muy útiles para el equipo. El entrenador verá a quien poner para reemplazarlos, hay jugadores de calidad y categoría afuera esperando su oportunidad. También vuelven Tomás Charles y Gonzalo Ríos, que pueden ser alternativas, eso ya quedará en las manos Carlos (Mayor) de como armar y planificar el partido del domingo"
Ariel Penel fue designado como juez principal de este partido. El árbitro, observado por todos tras su labor en el partido de Independiente - Boca Juniors, tendrá la responsabilidad de dirigir uno de los partidos más importantes del torneo. Lejos de darle protagonismo, sabe que la resolución del partido no pasará por el colegiado: "No sabía qué árbitro nos tocó. Últimamente los jueces están cometiendo bastantes errores, donde perjudican y favorecen a todos en general. El fútbol hoy en día se define con detalles, los partidos cerrados se definen con pelota parada y por eso no creo mucho en la influencia del árbitro. Debemos mirar los detalles futbolísticos, como la pelota parada, que nos puede llegar a jugar a favor y en contra".
En el final de la extensa charla, Osmar Ferreyra se tomó el tiempo de dejar unas palabras a todos los hinchas de Boca Unidos: "El mensaje siempre es positivo, como pensamos nosotros. Los hinchas nos vienen acompañando, sufrimos a la par de ellos, como sufre cada familiar nuestro. Tenemos que estar más unidos que nunca en estos últimos dos partidos, y pase lo que pase agradecerles por el apoyo que venimos teniendo y decirles que nosotros nos estamos jugando la vida, dejando todo por estos colores y, si Dios quiere, nos vamos a mantener en la categoría".