El equipo de Mayores A de Boca Unidos cayó el pasado sábado en condición de visitante frente a Hércules por 68 a 65 y perdió la primera chance de clasificar a la final del Torneo Oficial de Cestoball. El pase a la definición se definirá en la última fecha del triangular ante Regatas. Por su parte, el elenco Sub 17 venció a El Tala y cerró el certamen con una alegría.
Por Juan Pablo Riquelme
El cestoball ribereño tuvo un sábado de resultados dispares, pero el "plato fuerte" le fue esquivo al elenco dirigido por Ramón Miño, que cayó en la segunda fecha del triangular desempate por un lugar en la final a manos de Hércules en el Polideportivo "Rafael Cañete".
El último antecedente entre ambos equipos había dejado una sensación positiva por el resultado, pero también un fuerte mensaje de alerta. Es que, en la anteúltima presentación de la fase inicial del Oficial, las azuladas estuvieron al frente del marcador en gran parte del juego, y Boca Unidos dio vuelta la taba con unos últimos diez minutos descomunales, en los que mostró su mejor versión para mantenerse vivo en el campeonato y vencer por 77-66.
La historia era totalmente distinta en la jornada sabatina. Hércules estaba entre la espada y la pared porque una derrota lo marginaba de la gran final, que no la disputa hace dos años, cuando fue derrotado a manos de las aurirrojas. Las locales demostraron sus ganas de seguir en competencia desde el minuto cero.
Un arranque de 5-0 favorable a las dueñas de casa marcó una tendencia. Boca Unidos no encontró gol donde siempre lo hace: en las manos efectivas de Juliana Miño, su goleadora, quien empezó el encuentro con imprecisiones que repercutieron en sus compañeras. Para más, enfrente, Guadalupe Gómez y Florencia Ontiveros no daban respiro a las ribereñas en la ofensiva fluida que proponían.
Faltando 9' para ir al descanso largo, Hercu sacó ventaja máxima de doce puntos (27-15) y trasladó toda la incomodidad a las dirigidas por Ramón Miño, que claramente estaban lejos de su nivel habitual. Las pausadas transiciones de defensa a ataque sumado a los pases erráticos marcaron una tarde en caída para las guerreras.
Miño apeló a la banca para encontrar soluciones en la cuota goleadora de Gimena Fernández, que reemplazó a Cecilia Sosa. A pesar de momentos de confusión, las chicas ajustaron sobre el final de la mano de la ingresada Fernández y con Juli Miño entrando de a poco en sintonía. Al entretiempo, el marcador se fue 34 a 30 a favor de las anfitrionas y la moneda podía caer para cualquier lado.
Al costado del banco Silvina Martínez entró en calor unos minutos antes del sonido de la chicharra para tomar el lugar de Rocio Alderete desde el vamos en el segundo tiempo, con la idea por parte del entrenador visitante de anular a una intratable Gómez en el fondo. Pasaron cinco minutos, y entraron en acción Valeria Miño y Milagros Díaz con ataques directos para igualar todo en 38, obligando a Laura González a recurrir al tiempo muerto.
Promediando la mitad del complemento, entrando en zona caliente, el elenco del barrio Libertad tomó la posta nuevamente y sacó una ventaja de diez puntos (54 a 44) que iba a terminar inclinando la balanza. La tarde certera de las locales más la ineficacia en el otro costado, desesperó a las aurirrojas, lo que llevó a tomar decisiones apremiantes. Ya restando 6' para el final, Hércules continuó estirando distancias 62-46 con buen labor de Emilia Sánchez y toda la experiencia de Samanta Rojas.
El partido nos tenía preparado algo más. Sobre el final, Juliana Miño le puso suspenso al marcador con una "bomba" de tres puntos que acercó a su equipo en diferencia de un dígito. El ingreso de Gisela Maidana aportó y corrió posiciones. El conjunto de la Ribera empezó a correr con pases seguros y llegó con más facilidad al aro del oponente, pero su "enemigo" fue el reloj. La reacción llegó tarde, Hercu aguantó la embestida rotando el balón con la experimentada Gloria Segovia al mando y lo cerró de manera ajustada por 68 a 65.
No es el mejor panorama para las guerreras, que perdieron una chance valiosa de ganar y meterse directamente en la final. Ahora, deberán apuntar todos los cañones al siempre complicado Regatas, que prácticamente tiene su lugar asegurado en la definición, porque venció en la primera fecha a las azuladas por una buena diferencia (96 a 68). El partido ante las remeras se disputará en las próximas semanas, porque ambos planteles tienen jugadoras afectadas por estos días a las Olimpiadas Nacionales para profesionales de Ciencias Económicas.
El cestoball ribereño tuvo un sábado de resultados dispares, pero el "plato fuerte" le fue esquivo al elenco dirigido por Ramón Miño, que cayó en la segunda fecha del triangular desempate por un lugar en la final a manos de Hércules en el Polideportivo "Rafael Cañete".
El último antecedente entre ambos equipos había dejado una sensación positiva por el resultado, pero también un fuerte mensaje de alerta. Es que, en la anteúltima presentación de la fase inicial del Oficial, las azuladas estuvieron al frente del marcador en gran parte del juego, y Boca Unidos dio vuelta la taba con unos últimos diez minutos descomunales, en los que mostró su mejor versión para mantenerse vivo en el campeonato y vencer por 77-66.
La historia era totalmente distinta en la jornada sabatina. Hércules estaba entre la espada y la pared porque una derrota lo marginaba de la gran final, que no la disputa hace dos años, cuando fue derrotado a manos de las aurirrojas. Las locales demostraron sus ganas de seguir en competencia desde el minuto cero.
Un arranque de 5-0 favorable a las dueñas de casa marcó una tendencia. Boca Unidos no encontró gol donde siempre lo hace: en las manos efectivas de Juliana Miño, su goleadora, quien empezó el encuentro con imprecisiones que repercutieron en sus compañeras. Para más, enfrente, Guadalupe Gómez y Florencia Ontiveros no daban respiro a las ribereñas en la ofensiva fluida que proponían.
MOMENTOS DE ZOZOBRA. Boca Unidos no hizo pie en gran parte del partido y lo pagó caro con el marcador final. |
Miño apeló a la banca para encontrar soluciones en la cuota goleadora de Gimena Fernández, que reemplazó a Cecilia Sosa. A pesar de momentos de confusión, las chicas ajustaron sobre el final de la mano de la ingresada Fernández y con Juli Miño entrando de a poco en sintonía. Al entretiempo, el marcador se fue 34 a 30 a favor de las anfitrionas y la moneda podía caer para cualquier lado.
Al costado del banco Silvina Martínez entró en calor unos minutos antes del sonido de la chicharra para tomar el lugar de Rocio Alderete desde el vamos en el segundo tiempo, con la idea por parte del entrenador visitante de anular a una intratable Gómez en el fondo. Pasaron cinco minutos, y entraron en acción Valeria Miño y Milagros Díaz con ataques directos para igualar todo en 38, obligando a Laura González a recurrir al tiempo muerto.
Promediando la mitad del complemento, entrando en zona caliente, el elenco del barrio Libertad tomó la posta nuevamente y sacó una ventaja de diez puntos (54 a 44) que iba a terminar inclinando la balanza. La tarde certera de las locales más la ineficacia en el otro costado, desesperó a las aurirrojas, lo que llevó a tomar decisiones apremiantes. Ya restando 6' para el final, Hércules continuó estirando distancias 62-46 con buen labor de Emilia Sánchez y toda la experiencia de Samanta Rojas.
LA REACCIÓN NO ALCANZÓ. Las chicas ajustaron sobre el final, pero pesó más lo hecho por Hércules en el inicio del segundo tiempo. |
No es el mejor panorama para las guerreras, que perdieron una chance valiosa de ganar y meterse directamente en la final. Ahora, deberán apuntar todos los cañones al siempre complicado Regatas, que prácticamente tiene su lugar asegurado en la definición, porque venció en la primera fecha a las azuladas por una buena diferencia (96 a 68). El partido ante las remeras se disputará en las próximas semanas, porque ambos planteles tienen jugadoras afectadas por estos días a las Olimpiadas Nacionales para profesionales de Ciencias Económicas.
FINAL FELIZ
El conjunto Sub 17 de Boca Unidos, habitualmente dirigido por Milagros Díaz (reemplazada en este encuentro por Susana Aguado), se sacó de encima a El Tala en el último partido de la temporada y cerró el 2019 escapándole a la zona baja con triunfo 50 a 32.
Un equipo en formación, con juveniles teniendo roce en primera, que fue de menor a mayor en el certamen y mostró buenos pasajes de juego por momentos, avizorando un futuro esperanzador.