Boca Unidos empujó hasta alcanzar la igualdad en su excursión al reducto de Taraguy. Fue empate 2 a 2 en un duelo de trámite entretenido y cambiante que pudo haberse inclinado para uno u otro lado. Cinthia Portocala, en otro partido descomunal, señaló los tantos ribereños.
Esta vez tocó sufrir pero las damas mayores aurirrojas sumaron y estiraron su invicto. Por el desarrollo del cotejo, el punto tiene un valor agregado, que deberán revalidar en la continuidad del torneo. Una vez más, la escuadra sangre y oro sacó su as de espadas para afrontar una partida que se complicó más de la cuenta el pasado sábado, en cumplimiento de la fecha 3 del Torneo Oficial 2021 organizado por la Asociación Correntina de Hockey Amateur.
Le costó acomodarse en el campo a Boca Unidos, que lució inconexo en los primeros minutos. Taraguy por su parte, enseguida puso en marcha su libreto, aunque sin ser profundo al pisar el área rival. Sobre el cierre del primer segmento, las dirigidas por Beto Cerrutti empezaron a inclinar la cancha, cuando Cinthia Portocala comenzó a gravitar como gestora de juego. Así llegaron una sucesión de corner cortos (cuatro consecutivos) que culminaron en la conquista de la histórica goleadora ribereña para irse en ventaja 1 a 0 al cabo del primer cuarto.
En el segundo, una serie de descuidos en el retroceso pusieron en riesgo la ventaja. A la salida de un corner corto, Julieta Villar respondió muy bien ante el disparo de Luciana Kolly Basualdo, pero en la siguiente las cuervas no perdonaron y Joaquina Gómez estampó el 1 a 1.
La igualdad envalentonó a las anfitrionas, que insistieron por derecha con Luzmila Almirón y Fátima Rivera. De una combinación entre ambas, surgió una nueva chance de corto, capitalizada por Candelaria Genes para dar vuelta la historia e irse al entretiempo con un 2 a 1.
Ya en el tercer segmento, el orgullo y la tenacidad de Aida Leiz y Cinthia Portocala empujaron a las suyas a ir en búsqueda del empate. Del otro lado, los espacios que fueron surgiendo, derivaban en veloces contragolpes de las cuervas, que no pudieron concluir correctamente algunas aproximaciones, en algunos casos, o se toparon con oportunísimos cortes de la última línea ribereña, en otros.
El último parcial fue vibrante. Boca Unidos acusó el esfuerzo físico pero fue para adelante con el alma de sus líderes; mientras que Taraguy, conforme a su apodo y mucho más entero, sobrevolaba el área rival esperando el derrumbe de su presa. Esto finalmente no ocurrió, pudo más la ambición de las aurirrojas y el instinto asesino de Cinthia Portocala, que calibró la mira en el último corto y acertó al fondo del arco para marcar el 2 a 2.
Hubo algún intento más de parte del local que no prosperó y las ribereñas suspiraron con el final, porque el esfuerzo valió la pena, pero el partido se hizo cuesta arriba y fue la mística de las referentes la que evitó la pérdida del invicto.
Hay mucho por mejorar y este tipo de partidos son los que más elementos aportan para acomodar las piezas. La preparación en la semana cobra vital importancia para ajustar esos detalles que en encuentros tan cerrados como el del pasado sábado, marcan la diferencia para uno u otro lado.