El volante tucumano Lucas Oviedo fue otro de los futbolistas aurirrojos que pasó de tener un papel protagónico en el primer equipo a ocupar un lugar en el banco de suplentes, con pocos minutos en cancha. Si bien tuvo más momentos de luces que de oscuridad durante la campaña, no le alcanzó para ser aquel que supo deslumbrar en San Martín de Tucumán o Sarmiento de Junín.
Por Adolfo Pereira
Es un jugador que combina técnica, habilidad y un cambio de ritmo que le permitirían desenvolverse con naturalidad en Primera División. Supo brillar en otros equipos, pero en Corrientes esa versión no apareció con la continuidad que Boca Unidos demanda.
Basta con verlo recibir la pelota y encarar, se puede sacar rivales con suma facilidad, el talento está fuera de discusión ¿Por qué Lucas Oviedo no pudo explotar en toda su dimensión con la roja y amarilla? Es preciso explicarlo desde la irregularidad del equipo de la ribera en la campaña 2015.
Oviedo totalizó 31 presencias en el verde césped (22 como titular, ingresó en 9 de las 11 veces que fue al banco). No convirtió goles, y ese quizá sea una de las grandes deudas del certamen pasado. Pero lo suyo es colaborar en la elaboración de juego y en la creación de situaciones de riesgo.
Con la llegada de Martín Fabro, encontró con quien dialogar futbolísticamente, pero RR DT pareció considerar que no había lugar para ambos en el equipo. En el último cuarto de la temporada, sus minutos fueron disminuyendo y la pregunta acerca de su continuidad se vuelve inevitable, pensando sobre todo que se trata de un jugador que interesaría en cualquier equipo con aspiraciones en la categoría. ¿Se quedará a pelearla? ¿Será este el año en que podamos ver a ese Lucas Oviedo cuya contratación generó entusiasmo? Todo por responder.