DE PUNTA A PUNTA... Y A UN PASO

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Boca Unidos derrotó anoche a Regatas por un contundente 100 a 78 y quedó a un partido de consagrarse por tercer año consecutivo en el Oficial 2019, una marca que, de concretarse, quedará en la historia. La definición puede darse este sábado al mediodía en el segundo punto de la final; de lo contrario, se estirará hasta el próximo martes en un tercer y decisivo encuentro.


Las aurirrojas aprovecharon al máximo el envión anímico de haber superado al mismo rival 48 horas antes y no dieron respiro, desde el comienzo, a un equipo Remero disminuido en su plantel por las suspensiones de Joaquina Balbis, Marina Raimondo y Clara Ramos. Fue un triunfo de punta a punta que las deja en la puerta del tricampeonato.

El elenco ribereño saltó a la cancha repitiendo la formación que le dio éxito en el último encuentro, en el que derrotaron a su oponente por 110 a 90 para avanzar a la definición. Las fantasmas debieron apelar a algunas juveniles, quienes aguantaron el ritmo hasta un cierto punto del juego.

Arrancaron mejor las guerreras con la efectividad de siempre de Milagros Díaz y el apoyo de Juliana Miño para marcar un parcial de 8-2 en los primeros cuatro minutos. Luego, Regatas se acomodó a pesar de sus bajas y aprovechó en Guadalupe Almozni su enorme presencia de altura bajo el cesto. En contrapartida, el rival se cargó de faltas de forma prematura y empezó a jugar un papel determinante.

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SIEMPRE IMPORTANTE. Juliana Miño, la gran figura del equipo, aporta no solo en el goleo, sino desde su presencia física imponente.
Recién sobre el final del primer tiempo, Boca Unidos pudo sacar la primera gran ventaja en el tanteador. La circulación del balón dio sus frutos, rompió barreras en la defensa regatense a través de pases en cortada y con su especialista, Valeria Miño, como artífice para ponerse 48 a 34 a falta de 2' para el cierre del primer período, que finalmente finalizó con un 54 a 36 convincente de las visitantes.

Esa distancia marcó un quiebre en el partido, aunque las dueñas de casa no se entregaron e intentaron achicar la brecha. Ramón Miño movió el banco en el comienzo del segundo tiempo, ubicando a Silvina Martínez en el fondo reemplazando a Laura Graciani, quien hizo el desgaste en los primeros 20'. Fue un inicio de complemento errático para las de la Ribera, que se sostuvieron en las manos de Gimena Fernández, enchufada en ofensiva con rebotes sustanciales.

En el conjunto dirigido por "Romy" Romero, el ingreso de la juvenil Clara Sitja produjo buenas sensaciones y le dio frescura en la zona media para acortar la diferencia (44-60) a partir de buenas maniobras defensivas. Las anfitrionas también recurrieron a Florencia Balbis, ausente en el equipo hace varios partidos por una lesión importante, pero que ante la urgencia de suspensiones saltó al campo y se ubicó en zona defensiva para colaborar desde su experiencia. 

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NO TE DEJA A GAMBA. Con la 10 en la espalda, Milagros Díaz justifica su número poniéndose al hombro a su equipo en los momentos hostiles.
Ya promediando la mitad del período final, las guerreras no aflojaron en ritmo e intensidad y fueron a buscar la mayor diferencia posible. Entre la rotación reducida y el físico, Regatas se fue apagando y cuando restaban 3' para el final, ya en el marcador lucía un elocuente 94 a 68 a favor de las chicas de rojo y amarillo, en esta ocasión vestidas con uniforme alternativo.

El moño a la gran noche la puso Cecilia Sosa, quien ingresó en los últimos instantes para suplir a Gimena Fernández, de un sacrificio impresionante jugando con la rodilla comprometida en los cotejos de esta temporada. La delantera ingresada convirtió cuatro puntos en fila para redondear el 100 a 78 final.

Más allá de las bajas sensibles del oponente, no era un partido fácil para las aurirrojas, porque debían reivindicar lo hecho días atrás y dar un paso adelante hacia el tricampeonato. Falta el último, que puede darse mañana desde las 12.15 en cancha de Colón, pero pase lo que pase estas chicas demostraron en cancha y sin factores externos (como debe ser), que los momentos adversos las fortalece y motiva a seguir haciendo historia. 

Uno más, y no pedimos más... ¡Vamos, Aurirrojas!


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