Boca Unidos le ganó 3 a 0 a Juventud Unida en un mano a mano clave pensando en el tramo final del torneo. El dueño de casa sacó a relucir una gran versión ofensiva con la mística de Don Leoncio inundando el aire. Con esta victoria la escuadra sangre y oro se afirma en zona de clasificación.
Cómo hacía bastante no ocurría, el Aurirrojo se impuso cómodamente ante el Decano gualeguaychense. El primer tiempo fue equilibrado en el trámite, aunque el conjunto ribereño fue el que más peligro llevó al arco rival. En el complemento, los conducidos por la Dupla Fabro-Baroni se adueñaron del duelo porque pegaron en momentos justos y las variantes aportaron solidez y frescura.
La tarde calurosa estaba ambientada a pedir del local y en la atmósfera los presentes percibían ciertas vibras que presagiaban un duelo favorable. Sin dudas, el Abuelo Pá estuvo en la cancha para ver a su Boca Unidos, pero trató de pasar desapercibido, tal la costumbre que su perfil bajo forjó. Su espíritu contagió a sus nietos del corazón, estos jugadores que mostraron el temple de ñandubay que lo caracterizaba en aquellos años de canchas de tierra.
No obstante, el elenco albiceleste quiso mostrar de entrada que no estaba de paso y desde la conducción de Juan Fernando Alfaro, junto al acompañamiento de Ignacio Schell Grané y Enzo Vargas, intentó generar juego, aunque sin poder abastecer adecuadamente a sus delanteros.
Del lado del dueño de casa, Carlos Arriola tomó la bandera y desde la izquierda empezó a generar peligro al arco rival. Un par de disparos a los 8 y 12 minutos y una asistencia rasante a la que no llegó Gabriel Morales por centímetros, daban cuenta de que el saladeño estaba muy enchufado.
Sobre los 30, la visita dispuso de una ocasión clara con un cabezazo del siempre temible Juan Martín, pero enseguida contestó la escuadra sangre y oro con otro disparo de Arriola que César Horst sacó al corner, y en la siguiente con un cabezazo de Ataliva Schweizer que demandó la intervención del guardavallas entrerriano.
Antes del final de la primera mitad llegaron las emociones. Diego Sánchez Paredes, muy activo para conectar mediocampo y ataque, pinchó una pelota en cortada para Nicolás Peralta, el tucumano "metió una daga" y Carlos Salom encaró mano a mano a espaldas de una defensa en línea. Paciente al ingresar al área, el "Turco" definió al palo de Horst para establecer el 1 a 0. Sin embargo, casi lo empata Juventud a los 45, con una gran combinación entre Juan Martín, Alfaro y Parada, que hizo un hueco en el cerrojo ribereño, pero su disparo se estrelló en el palo.
El complemento no pudo arrancar mejor para el anfitrión. A los 2 minutos, "Gabi" Morales aprovechó un error en la salida rival, aguantó la embestida de Guillermo Saliadarre y definió bajo al primer palo para poner el 2 a 0.
Antes de lo esperado, la dupla tuvo que echar mano al banco, porque Julián Fernández se resintió de la lesión que arrastraba y Ataliva Schweizer también sintió una molestia. Por eso, Iván Silva ingresó a la saga y Ramiro Schweizer reemplazó a su hermano en mitad de cancha.
Al cuarto de hora, Peralta no pudo perfilarse para rematar tras un buen pase filtrado del rosarino Morales. Un rato después, Juventud tuvo el descuento en los pies de Lautaro Trejo, pero Christian Martínez metió un oportunísimo manotazo en el "cara a cara" y salvó su valla. En la réplica, de nuevo lo tuvo el "Tucu" quien, de frente al arco, remató desviado tras una buena sesión de Salom.
Las variantes entraron mejor del lado del Aurirrojo, ya que Francisco Esteche refrescó la ofensiva del local, que se replegó unos metros con el propósito de dar la estocada final de contragolpe. Esto ocurrió pasada la media hora, tras una presión en mitad de cancha entre Salom y Gabi Morales que forzó la pérdida rival. La pelota derivó en "Panchito", que avanzó y, merced a una buena diagonal del "Turco" -que arrastró marcas- encaró de derecha al centro para sacar un remate que se desvió en un defensor y desorientó a Horst. El 3 a 0 sentenció la historia y la alegría se apoderó de los presentes que levantaban las manos al cielo tras el final, buscando el abrazo fraternal de quien fuera el sostén del club por tantos años.
Así, con un guiño que llegó desde el cielo, Boca Unidos obtuvo un triunfo importantísimo para sus aspiraciones, que ratifica su buen momento y fortalece la confianza de cara a otra exigente seguidilla. El conjunto ribereño visitará a Gimnasia y Tiro en Salta el próximo sábado y luego recibirá a Sarmiento entre semana. Y allí estará el Abuelo Pá, qué duda cabe, siempre fiel a la camiseta a la que consagró su vida y a la que sigue acompañando desde el más allá.