Boca Unidos A igualó sin abrir el marcador en su visita a Huracán Corrientes. En un duelo que se repartió entre pequeñas dosis de intensidad y largos momentos de parsimonia, ribereños y azulgranas tuvieron que conformarse con el reparto de puntos.
El Aurirrojo liguista conducido por Luis Alfonso no pudo darle continuidad a la racha victoriosa que traía desde el regreso a la competencia. En el estadio "José Antonio Romero Feris" del Barrio Berón de Astrada, se topó con un firme Huracán Corrientes que le planteó un partido de igual a igual, aunque esto no se tradujo en un duelo de grandes emociones.
Las intenciones pocas veces se tradujeron en acciones de riesgo sobre uno y otro arco, sobre todo en el primer tiempo en el que reinó la imprecisión y ambos carecieron de profundidad en los últimos metros. Espacios hubieron pero los defensores azulgranas y ribereños ganaron la mayoría de los duelos individuales y por eso, el encuentro entró en un achatamiento del que costó salir.
A falta de conexiones futbolísticas, abundaron las entradas fuertes. Algunas omisiones del árbitro, hicieron que la temperatura vaya subiendo con el paso de los minutos, y las "compensaciones" ayudaron a dinamizar el ritmo pero lejos estuvieron de poder bajar los ánimos caldeados. La parsimonia se rompió recién a los 39' cuando un tiro libre de Rodrigo Lanuzzi, exigió una notable respuesta de David Acuña.
En el arranque del complemento, Boca Unidos salió mucho más lúcido y tuvo algunos minutos en los que generó las situaciones más importantes a su favor, pero no pudo traducirlas en gol. Primero, una gran jugada que arrancó desde Acuña, pasó por los pies de Alexander Strupceki, quien mandó un largo envío al que acudió Nahuel Balbastro. El lateral ribereño controló el esférico entrando al área y metió el centro atrás, Jorge Benítez -sin dejarla picar- le entró de lleno y su disparo de zurda se fue apenas afuera.
Huracán salió lentamente del letargo, cuando Federico García comenzó a ganar protagonismo, primero con algunos remates al arco, y después al convertirse en eje de su equipo. Pasados los 10 minutos, las pelotas paradas comenzaron a inclinar el duelo sobre el arco de Acuña, aunque el sanluiseño ofreció buenas respuestas cuando lo llamaron a intervenir.
Del lado opuesto, otra gran posibilidad para el Aurirrojo estuvo en los pies de Matías Lovato que se proyectó y apareció en el área libre de marcas por izquierda, pero su definición se estrelló primero en el palo y en segunda instancia en el travesaño.
Desde los dos costados, la sensación era que se podía ganar. Ambos bancos de suplentes trataban de trasladarlo al campo de juego pero esto no se tradujo en jugadas elaboradas que llevaran peligro. El 0 a 0 dejó "mordiéndose los labios" a estos contendientes, porque faltó serenidad para resolver en el área rival.
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