Boca Unidos vivió una fecha sumamente productiva al cosechar doblete de triunfos con sus elencos Sub 19 y Damas Mayores. La nota del finde salió del palo de Cinthia Portocala, que metió un gol de antología.
El regreso del hockey local viene dejando sonrisas en los rostros de Boca Unidos, que volvió a sumar de a tres, esta vez en las dos categorías que salieron a la cancha.
El sábado por la tarde, el Sub 19 conducido por "Lucho" Peloso, se impuso 3 a 1 ante Quilmes en cancha de la Asociación Correntina. La juvenil escuadra sangre y oro arrancó presionando en terreno visitante y abrió el marcador por un córner corto que remató Ximena Ramírez.
Las cerveceritas lograron salir del asedio en el segundo segmento y llegaron a la igualdad también vía corto, con la conversión de Giuliana Aquino. Sin embargo, el conjunto ribereño volvió a la carga y logró una nueva ventaja, otra vez de corto, mediante un desvío de Oriana Noguera.
La sentencia del partido llegó en el último parcial, con una buena definición de Giuliana Torres, que estableció el 3 a 1 para brindarle la primera alegría en el torneo a las más grandes de las divisiones formativas.
El domingo por la mañana, fue el turno del equipo de Damas Mayores, que se presentaron en el sintético de Aranduroga. Debido a que Luis Alberto Cerrutti estaba afectado al Torneo Clasificatorio Sub 17 de fútbol femenino, la responsabilidad de dirigir al primer equipo recayó nuevamente en Luis Peloso.
En el primer cuarto, las aurirrojas dispusieron de una posibilidad importante para establecer la primera diferencia a través de un penal, pero la ejecución de la capitana Aida Leiz se abrió más de la cuenta. Boca Unidos tomo la iniciativa de entrada, pronto se apoderó del mediocampo merced a la capacidad de recuperación de Leiz con el acompañamiento de las juveniles Ximena Ramírez y Giuliana Torres.
La insistencia en ataque, volvió a dar frutos en el segundo parcial. Tras un corner corto, Cinthia Portocala marcó el 1 a 0. La tesitura se mantuvo a lo largo del juego: las aurirrojas manejaban la bocha aunque les costaba generar peligro; las cebras, por su lado, intentaban resistir el rodeo y contragolpear. Lourdes Vanderdonkt comandaba al conjunto rayado, cuando este podía cumplir su cometido de lateralizar y llegar por los costados.
Ya en el tercer cuarto, un descuido en el retroceso ribereño derivó en una falta que se sancionó penal. Melanie Ríos tomó la responsabilidad y venció la resistencia de Julieta Villar para el 1 a 1. No obstante, Boca Unidos no aflojó ante el "cachetazo" y buscó un nuevo desnivel. Primero lo tuvo Florencia Poeti, que se tiró "de palomita" y desvió un disparo de Aida Leiz, pero Erika Rodríguez respondió formidablemente.
Sin embargo, cuando parecía que el destino estaba sellado, que el arco rival se cerraba y el duelo culminaba en tablas, volvió a entrar en escena la jugadora llamada a romper la inercia, a quebrar las estructuras, a seguir agigantando su leyenda: Cinthia Portocala, tomó la bocha en la puerta de área, se abrió hacia la izquierda -rodeada de defensoras- y, desde un ángulo casi imposible, sacó un disparo de revés que dibujó una parábola perfecta; una poesía que cayó en el ángulo del segundo palo, entró besando la red y sorprendió a Rodríguez. Para hacerlo más gráfico al hincha futbolero, fue una definición similar al gol que Santiago Raymonda le convirtió a Independiente en Avellaneda; con el aliciente que Cinthia no buscó tirar un centro.
La anotación desató el alocado festejo de las aurirrojas y dejó boquiabierto al público presente y a las rivales, que finalizado el encuentro reconocieron a la histórica artillera ribereña, porque fue esa obra de arte la que posibilitó el triunfo 2 a 1 de su equipo.
Así, los elencos sangre y oro cerraron un fin de semana extraordinario desde los resultados, pero sabiendo que aún hay varias cuestiones para seguir puliendo en el juego, de cara a otros oponentes que tienen por delante en el fixture y se anticipan más exigentes. Ganar es algo que siempre suma en la confianza, pero también genera el compromiso de continuar trabajando para mantener elevada la vara.