Boca Unidos volvió ayer a los entrenamientos después de su paso por Buenos Aires, con la mente puesta en el encuentro del lunes con Atlético Rafaela en la continuidad de la Primera B Nacional. Lo hizo con el plantel dividido en dos grupos.
El volante correntino Diego Sánchez Paredes trabajó con los jugadores que no tuvieron acción en el empate frente al Deportivo Morón. Se movió con normalidad y terminó la jornada sin molestias físicas; aunque no se descarta que Carlos Mayor prefiera no arriesgarlo y tenerlo al 100% para las dos últimas fechas, siempre y cuando llegue con chances de mantenerse en la categoría.
La delegación que estuvo en suelo bonaerense realizó ejercicios en el gimnasio de musculación y después concretó fútbol, pero en espacios reducidos.
Por su parte, Gonzalo Ríos, quien padece un desgarro en el isquiotibial izquierdo, continúa con el proceso de recuperación y la noticia dura fue la de Fernando Alloco, que le diagnosticaron una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y empezó a trabajar con el kinesiólogo Gregorio Genes, aunque el defensor deberá ser intervenido quirúrgicamente y, por lo tanto, no volverá a ver acción en lo que resta de la temporada.
Texto: Diario El Litoral.